viernes, 21 de agosto de 2015

Crónica - Viaje a París - Julio 2012 (Parte Cuatro - "Estabas ahí")

Los desayunos durante mi estancia en el hotel Mondésir fueron de la siguiente manera: cuernitos (croissants), jamón, queso, yoghurt y café. La mañana del día 09 de julio el taller comenzaría a las 10:00 AM considerando que aún habría personas que llegarían ese mismo día. El desayuno lo tomé junto a mi jefe y mi compañera de trabajo. Las conversaciones estaban compuestas de obligadas y tediosas preguntas como: ¿Cuánto duró tu vuelo? o ¿Cuándo regresas a México?. Después del desayuno, el taller comenzó y el día completo lo pueden resumir dos palabras: Aburrido y terriblemente tedioso (De acuerdo, son tres plabras) debido a que los oradores solamente mostraban diapositivas y leían la información que se mostraba en la pantalla y si además consideramos que los oradores eran franco parlantes, el inglés que fluía de sus bocas era algo inentendible. Después de dos presentaciones, tres tazas de café y galletitas (cuyo sabor era sublime) el efecto del jetlag dejaba clara su presencia.

La hora de la comida llegó (bendito Dios, las mencillas del reloj avanzaron). La comida francesa se puede resumir en dos palabras: hermosa presentación. Para los franceses la comida que te sirven en el plato debe verse hermosa y no precisamente apetecible. Cada plato era una obra de arte. No importa que los sabores no combinen (No soy precisamente un fanático de lo gourmet) o que tu plato tenga ingredientes que no conozcas, lo que importa es que la presentación de tu comida sea hermosa. La comida estaba tan finamente servida que tu cerebro te jugaba bromas al pensar que la presentación correspondería con el sabor, pero no siempre era así. Para beber, solo dos opciones: agua o vino. El vino sería blanco o tinto dependiendo de la naturaleza de los ingredientes de la comida.

Para la primer comida con el equipo se sirvió una ensalada de aguacate, un corte de carne de pavo con pure de papas y el postre fué un helado de nuez, Simplemente, delicioso todo. Las porciones son muy pequeñas pero, sorprendentemente, después del postre no te cabía un bocado más. Obviamente, estas comidas hacían muy difícil el poder concentrarse en las siguientes dos horas del taller debido al abrumador sueño que te abraza depués de una buena comida y de dos copas de vino tinto. Finalmente, lo que debía ser un taller de capacitación, se convirtió en un seminario informativo.

Ese mismo día, cuando se supone se debía terminar la jornada (6:00 PM) llegó uno de los personajes más importantes de la compañia para hablar otra hora más ocasionando una incontrolable producción de saliva que se se escapaba de mi boca (Puedes imaginarte el estado "fotuto" en el que ya me encontraba) fué una mala experiencia pero a las 7:00 PM dieron el aviso de que la cena se serviría a las 8:40 PM lo que nos concedió una hora y media para conocer los alrededores del hotel: Grandes trigales y nada más. Estábamos a la mitad de la nada en medio de la campiña francesa.

La naturaleza campestre del hotel obligaba a tomar fotografías. Una experiencia agradable de esta expedición fué la de hallar un árbol de cerezas en el centro del jardín del hotel. Las cerezas sabían tan dulces ¡Como deseé tanto tenerte a mi lado!





"Estabas Ahí"

Estaba solo, caminando en el jardín
via una banca romántica y solitaria, te vi ahí.
Aunque solo mi recuerdo te tenía a ti
cuanto más te deseaba
cerraba mis ojos y estabas ahí.






No puedo estar sin tí
estando tan lejos sin tenerte a tí.
Me sentí perdido y solo
caminando entre los árboles
soñándote a ti.

Amada mía, esposa mía.
Estar solo y no tenerte ahí,
es tormentoso.
Estas impregnada en mis pensamientos
y si cerraba mis ojos, estabas ahí.


Llegó la hora de la cena. Nuevamente platillos hermosos, ensalada, carne, vino y postre. Reunirte a la mesa con perfectos desconocidos sirve para conocerlos. Conoces a la gente que hace lo mismo que tu pero del otro lado del mundo. Conoces su cultura y lo que les gusta hacer. Muchos se juntaban con un colega de Brasil y lo que lo hacía atractivo eran las botellas de una bebida llamada "Cashasa" (Un aguardiente). Ya me conoces, no me mezclo mucho y menos en pláticas sobre el alcohol y sus efectos.

También están los que solo hablan de sus viajes. Ese era el caso de uno de los asistentes. Él solo hablaba de sus viajes por el mundo, obtener los mejores precios, la mejor tecnología y es el típico tipo que ha viajado tanto que solo podìa hablar de eso. Mis temas de conversación eran sobre mi esposa, mi hijos, sobre cuanto los extrañaba, pero de inmediato, alguien tenía una experiencia con el alcohol más interesante para contar, ocasionando que yo, en silencio sonriera.

Ya es hora de dormir. Esta noche no te encontré en el facebook. Pude hacer unas publicaciones pero mi deseo era verte. No te vi, no estabas ahí. Me dormí.


Con Cariño, te ama, tu esposo Arturo

ACLARACIÓN: Las fotografias que aparecen en esta publicación en particular, las tomé yo.



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